El miércoles 13 de febrero los parientes salieron triunfantes y confortables de quitarse de una vez por todas aquellos uniformes blancos y las cadenas que limitaban su libertad.
El hecho quedó registrado en las cámaras de vigilancia de la escuela y es la principal prueba para procesar a los asesinos.
Durante el juicio la fiscal explicó que los pandilleros habían lanzado una alerta de manera general en la que sentenciaban a todo aquel que diera información.
Su salida fue esperada por sus padres quienes entre lágrimas fueron los primeros en abrazarla tras recuperar su libertad.
El imputado que terminó conciliando con la víctima dice que haber estado en bartolinas lo llevó a un "proceso cristiano" y que no le guarda rencor a su compañero que lo arrastró a cometer un delito que nunca cometió.
El pasado 28 de enero Carlos Perla cumplió con la condena impuesta, pero gozaba de libertad condicional desde el 25 de julio de 2015.
Según informó la Oficina Federal de Investigación (FBI), el sujeto apuñaló varias veces a su esposa y dejó el cuerpo de la víctima en la entrada del garaje de su casa en 2010.
La mamá de la víctima se dio cuenta por conversaciones en Facebook.
De los tres imputados solo el empleado del restaurante dijo ser inocente y optó por declarar en el juicio mientras que los otros dos guardaron silencio.
El ministerio público comunicó que a las 9:00 de la mañana presentará la acusación en el Juzgado Especializado de la Mujer de San Salvador contra Huezo.
